Wednesday, January 2, 2019

NAMASKARA, DHANYA ( Bienvenida, Dhanya) Cap 22

NAMASKARA, DHANYA ( Bienvenida, Dhanya) Cap 22



(…) De vuelta en Bangalore y con tres kilos mas encima, nos mudamos a lo de mis suegros, donde también vivía la abuela. La aventura se ponía cada vez mas desafiante.
Abhi se dedicó a llevarme a visitar templos y me enseñó cómo manejarme: no se pisa el portal, se recorre al Dios siempre en sentido horario y al retirarse del templo nunca se le da la espalda.
A la tarde nos preparamos y partimos hacia otro templo: Gahti Subrahmanya, ubicado en las afueras de la ciudad. Al acercarnos el paisaje comenzó a indianizarse cada vez mas: vacas, cabras, aldeas y la que no me esperaba: monos con sus crías por todos lados.
El templo tenía 700 años de antigüedad y según nos comentaba el sacerdote, la estatua principal del Dios había emergido de la tierra, señalando el lugar de emplazamiento. A la vuelta, mi suegro tenía  por costumbre escuchar mantras, por lo tanto, durante una hora y media, los escuchaba cantarlos a los tres: mis suegros y la abuela. Por momentos extrañaba Aspen…
Los días pasaban y yo estaba mas y mas cómoda. A esto había que sumarle que los comentarios de la abuela eran cada vez mas positivos…hasta me sonreía. Aparentemente le gustaba mi carácter, le recordaba a ella misma. Llegó a decir que se notaba mi fortaleza. Me hablaba en Hindi, creyendo por alguna razón que yo era India del norte. Un día empecé a escuchar que me nombraba, pero con un acento extraño. Me había rebautizado!
Me llamó Dhanya: “aquella que trae prosperidad”. De repente esa mujer que todos creían infranqueable, hacía chistes y me cocinaba todo lo que le pedía (…)

Daniela Giselle Gelhorn

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